Jesús organiza una Fiesta

OBJETIVO: Descubrir juntos el sentido profundo de la multiplicación de los panes, para que en ese gran festín veamos prefigurada la Eucaristía como verdadero pan del cielo.

Hagan que se sienten…  Juan 6, 10

CANTO: Fiesta del banquete Mesa del Señor Pan de la Eucaristía…

ORACIÓN:

«Oh Sagrado Banquete en el cual se come a Cristo. El alma se llena de gracia y se nos da una prenda de nuestra futura gloria. Le has dado el Pan del cielo. Que encierra en sí todo deleite».

INTRODUCCIÓN:

La multiplicación de los panes parece mas un misterio que un milagro, ya que va mas allá de lo que nos cuentan los Evangelios. Aquella multitud hace un maravilloso acto de fe común y obedeciendo la orden dada, se sentaron como los invitados a una fiesta para saborear un gran banquete.

Tenían mucha hambre y, en lugar de ponerse en camino para llegar cuanto antes a donde pudieran comprar comida, aceptan obedecer a quien aparenta ser todavía más pobre que ellos.

Es extraño que San Marcos no nos cuente lo maravillados que quedarían cuando se dieron cuenta del milagro de la multiplicación de la comida. Pero, es que antes ya se había realizado un milagro todavía mayor: Cinco mil personas habían CONFIADO totalmente en su palabra y ahora esa palabra sé había convertido en pan. Pan y palabra, son dos elementos que van a estar después muy unidos en la Eucaristía.

VEAMOS:

Una tarde, el pequeño Jacinto preguntó a su amiguita Gabriela:

-¿Por que vienes tan contenta? ¿Que hiciste o que te paso en la escuela?

-Hice un milagro- respondió la niña-

-¿Un milagro? ¿Como?

-Sí. Lo hice luego de la lección del catecismo.

-¿Y como hiciste el milagro?

-La maestra del catecismo es una Señorita que esta muy enferma. No puede moverse ni caminar porque esta paralítica y nada puede hacer ella sola. Solo habla y nos enseña el Catecismo y ríe con nosotros.

-¿Y que paso?

-Nos hablo hoy sobre los milagros de Jesús y hubo un niño que le dijo «Yo no creo que haya milagros. Si hubiera milagros desde cuando que Dios te hubiera curado y pudieras caminar».

-¿Y que dijo la maestra?

-Ella sonrió maravillosamente y dijo: «Sí. Dios hace tambien milagros para mí». Y los niños  le dijeron: ¿Que milagro te ha hecho? y, la maestra contestó: «Ustedes son mi milagro. Porque después de la lección del catecismo de todos los sábados, ustedes me llevan a pasear y me hacen caminar por el parque empujando mi silla de ruedas». La señorita dijo tambien que habría muchos milagros si la gente estuviera dispuesta y quisiera hacerlos. Por eso vengo contenta. Hoy fue sábado y vengo de hacer un milagro. Y cuando yo sea grande quiero hacer un montón de milagros y no solamente los sábados sino todos los días.

PREGUNTAS:

  • ¿Cómo podríamos tambien nosotros hacer lo mismo que Gabriela?
  • ¿Por que crees que Dios necesita de tu colaboración para seguir salvando al mundo?

PENSEMOS:

Leer Marcos 6, 39-44

Como acabamos de escuchar, San Marcos nos habla de lo que Jesús hizo, con una asombrosa naturalidad. Jesús aparece como el Señor de la casa y actúa como quien prepara un festín para sus invitados.

Nosotros, que gustamos del espectáculo, quisiéramos saber mas detalles. Pero el Evangelio cuenta las cosas y la deja ahí para que crea el que se atreva a creer ya que es más importante lo que nos enseña  que lo que nos narra.

Ahora entendemos por que Jesús une predicación y alimento. Palabra y pan. Mas tarde hará lo mismo en la Ultima Cena y sus discípulos comerán el pan convertido en carne de Dios.

Pero ¿Cómo hacer entender a la gente tan alto misterio?

Un día los apóstoles le pidieron a Jesús que los enseñara a orar y Él les dijo que pidieran al Padre «el pan de cada día». Por tanto, a Cristo le preocupa el pan de la tierra. Pero al mismo tiempo sabe, que es peligroso dar solo pan que llene estómagos, ya que el hombre es convenenciero y tiende a quedarse solo con lo que toca, con lo que captan sus sentidos, con lo material. El pan de la tierra puede hacerle olvidar el pan de la palabra. Por eso en seguida, cuando quieren proclamarlo Rey, va a tener que decirles que hay otro pan mucho mas alto y que no solo va a saciar estómagos sino que va a llenar todas las aspiraciones de la persona humana. Otro Reino mucho mas grande al que están invitados a someterse todos los corazones de los hombres.

Otra justicia mucho más amplia para hermanar a todos los hombres. Él y los suyos, tendrán que dar pan a los que tienen hambre, pero estos una vez saciados, descubrirán que aun tienen un hambre mayor.

Llego entonces el momento crucial: Le dijeron los judíos a Jesús: «¿Y por que no nos das ese pan?

Y Jesús les dijo sin rodeos: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a mi no padecerá hambre y el que cree en mi, no padecerá sed, jamás».  Aquello cayo como una bomba que escandalizo a muchos y lleno de esperanza a otros.

PREGUNTAS:

  • Tu, ¿qué piensas de esta verdad que proclamo Jesucristo?
  • ¿De que manera manifiestas tu fe en esta doctrina de la presencia de Jesucristo en el Pan Eucarístico?

ACTUEMOS:

  1. – Haré una visita al Santísimo Sacramento para estar con Él y agradecerle el gran regalo de la Eucaristía.
  2. – Visitare tambien a un enfermo de mi barrio y compartiré con él lo que aprendí en este tema.
  3. – Haré todo lo posible por alimentarme de este pan acercándome a comulgar siempre cuando participe de la Misa.

ORACION FINAL

(La misma que al principio)

CANTO FINAL

«Es mi Cuerpo, tomad y comed. Es mi Sangre, tomad y bebed……. «

Tomado del folletito de reflexiones elaboradas por el Pbro.  Javier Avalos C.

Diócesis de Colima, México

 

Pastoral Juvenil Coyuca

Parroquia de San Miguel Arcángel, Coyuca de Benítez Gro. México

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